viernes, 16 de diciembre de 2016

7 Cosas que los Erasmus echamos en falta

¡Muy buenas a tod@s! Como la mayoría ya sabréis, estoy ahora mismo de Erasmus en Hungría, y en menos de una semana estaré de vuelta en España para pasar las vacaciones con la familia y amigos, y luego volverme de nuevo a Pécs. Tengo muchas ganas de volver, aunque también he de reconocer que estar de Erasmus es una gozada por muchos aspectos (que posiblemente cuente en otra entrada al Blog), pero se echan en falta bastantes cosas que estoy seguro que la mayoría de personas que están o se fueron alguna vez de Erasmus echaron en falta. Así pues, ¡empecemos!

7 COSAS QUE LOS ERASMUS ECHAMOS EN FALTA

1.- La comida de la "mamma". Y es que no me digáis que cocinar TODOS los dichosos días es algo agotador. Además, mi problema es que no me gustan mucho las verduras que se diga, y estaba acostumbrado a que al menos los fines de semana siempre tocará algo de puré o así, como para compensar de cierta manera los demás días que comía más o menos "así asá". Sin ir más lejos, las comidas estas mazo curradas, de estas que te llevan más de una hora en cocinar, que si amasar esto o estar pendiente de mil historias... Yo no puedo hacer eso, qué queréis que le haga. Además, hay que tener en cuenta que más o menos me defiendo a la hora de cocinar. Pero ahora pensad que yo no tengo ni batidora, ni microondas, ni horno. Tenéis que defenderos solo con una vitrocerámica pequeñita, una olla y un par de sartenes. No es tan sencillo, ¿a qué no?

A mayores, también añadir estas comidas que no te encuentras por aquí, como un buen pulpo, o un buen churrasco, algo de jamón (bueno) de vez en cuando o atún (de verdad) sin pagar demasiado. Y el aceite de oliva que no falte, entre cientos de comidas que podría nombrar, pero no quiero alargar demasiado.

2.- Tus seres queridos. Yo más o menos tengo que decir que lo voy llevando bastante mejor de lo que me esperaba, pero de todas maneras se echa en falta después de 4 meses con gente que, al fin y al cabo, no los conocías de antes. Esto se nota sobretodo en que ya antes de llegar a España andas pensando en "voy a hacer esto, esto y esto... tengo que quedar con todas estas personas, hay que hacer nosecuantas fiestas..." Y es normal. No es el fin del mundo ni mucho menos eh, pero 4 meses a miles de kilómetros es algo peor en este aspecto que 5 días a una hora en coche.

3.- Galicia. O donde tú vivas o hayas crecido. Se echa pero que mucho de menos, porque ningún sitio es tan bonito, vayas a donde vayas de todo el planeta. Cuando llegué aquí hacía un calor espantoso, y ahora no puedes salir apenas por fuera porque la temperatura ronda casi todos los días los 0 grados. Esto en Galicia (sobre todo Santiago y Coruña, que es por donde vivo y estudio yo) no pasa. Tener el mar al lado es una gozada en este aspecto. Que esa es otra cosa: llevo 4 meses sin ver el mar, y si me apuráis incluso sin ver ni un solo río. Si quiero hacerlo me tengo que mover, y no apetece mucho que se diga. Ver otros paisajes está pero que muy bien, pero pasa lo mismo cuando un gallego se va de vacaciones a algún lugar desértico por el verano (por poner un ejemplo) o a una meseta: al cabo de una semana, ya estás deseando volver a ver algo de verde, y un poco de montañas o desniveles o así, que tanto llano siempre aburre. Siempre tiras hacia tu tierra, por así decirlo.

4.- El idioma. Hablo tanto del gallego como del castellano (o español). Aquí estuve teniendo clases de Húngaro y perfecto, es un idioma que me parece bastante interesante. Ya me saqué el A1 (nivel más básico) y me pensaré seriamente en intentar sacarme el A2 para el próximo cuatrimestre. En Hungría por otra parte hay mucha gente que no habla absolutamente nada de inglés, es una putada pero te acabas acostumbrando un poco. Pero claro, eso de muchas veces estar en el gimnasio, o en la Universidad incluso, o en el supermercado... que alguien te diga algo, y no entenderle en nada, es una lata. La mayoría de veces me toca explicarles que soy español, y que si saben inglés, y acto seguido o me explican más o menos por señas o ni se molestan. Es una "m", las cosas como son. Después también es verdad que el gallego lo estoy hablando más que nunca por amigos/as portugueses/as que me he sacado aquí, y con la de españoles o mexicanos que hay en mi residencia tampoco tengo problema en seguir hablando castellano. Con todos los demás en inglés, e incluso acabas aprendiendo algunas palabras en otros idiomas. Pero eso de ir por la calle y poder expresarte al 100% es lo que yo, y seguramente muchas personas echen en falta.

5.- La intimidad. Y con esto me refiero al poder estar solo o hacer lo que se quiera en cualquier momento. Habrá gente que no le pase esto, pero yo ahora mismo estoy en una residencia, en una habitación compartida. No es que me importe mucho, pero añoro el tener una habitación, ALGO, para mí solo. Después que el estar en una residencia no es lo mismo que estar en un piso, pero por tema de dinero la verdad es que la residencia sale bastante bien de precio, así que toca aguantarse.

6.- El ordenador y las consolas. Yo lo siento mucho, pero un ordenador de mesa decente o tu consola, con el tiempo, acaban tirando más que tu netbook. La tele no se echa mucho en falta, al contrario, me gusta mucho más consumir Youtube y elegir en cierta manera lo que quiero ver y cuando yo quiera. Pero siempre hay momentos que o el internet acaba fallando, o te vienen las ganas de jugar a las consolas que no tienes aquí. Y con este tema, mil cosas más. Se podría decir que en tu casa tienes cientos de objetos que les haces caso cuando te viene en gana, y a veces pasas meses sin ni siquiera tocarlos. Pero cuando tienes ganas, ¿qué? Fastidia, las cosas como son.

7.- Toda tu ropa. Cuando me vine a Hungría tuve que meter todo lo que llevarme en una maleta (de las grandes, pero solo una) y la mochila de la Universidad, incluyendo el material de las clases como el ordenador y demás. Pensad ahora mismo en hacer vosotr@s una sola maleta, y sobrevivir con ella un periodo de 3 meses o más. Acabaríais sobreviviendo sin problema, que no os quepa la mayor duda, pero repito, NO ES LO MISMO. Por una parte te complica menos el tema de vestirte el tener menos cosas, así que no me quejo. Esto lo digo porque no quiero dar la imagen de que hace falta tener 20 camisetas y 10 pantalones, no, para nada. Nunca fui una persona que tuviera ropa en exceso, porque alguna gente está mal de la cabeza con ir de compras casi todas las semanas. Pero se acaba echando en falta, esos tenis, esos pantalones, esa camiseta de X grupo...

Ahora con el tema de volver a España ya intentaré saciar todas estas cosas. Espero que os haya gustado y que algun@ se haya sentido identificado con todo esto. No os olvidéis de comentar y compartir para que así le llegue a más gente, y no os cortéis que cualquier duda o pregunta que tengáis en cualquier entrada la contestaré con mucho gusto! Nos vemos en otra entrada. Szia!

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